Capítulo 242
María soltó un resoplido. —Entonces, ahora veremos tu actuación. Baja.
Nahia salió corriendo apresuradamente.
—Mamá, ¿por qué dejaste ir a esa impostora, Nahia?
María sonrió de manera extraña. —Anita, el presidente Alberto aún no sabe que la mujer de esa noche era Raquel. Podemos aprovechar que él aún no ha descubierto la verdad y dejar que Nahia se encargue de Raquel. Lo único que tenemos que hacer es quedarnos quietas y esperar a que llegue la oportunidad.
Ana calmó su mente. Claro, Alberto aún no sabía que la mujer de esa noche era Raquel.
Aún había tiempo.
—Mamá, eres tan lista.
María abrazó a Ana con ternura. —Anita, haría cualquier cosa por tu felicidad. Si Raquel se interpone en tu camino, encontraré la manera de hacerla desaparecer.
En el corazón de Ana, María era como una madrastra, pero esta madrastra era realmente buena con ella, casi como una madre biológica.
—Mamá, ¿por qué eres tan buena conmigo?
María acarició su cabeza con cariño. —Porque eres mi hij

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