Capítulo 239
Sin duda, ella hizo algo y rescató a Laura con una contraofensiva inesperada.
Raquel aún no había colgado el teléfono cuando Camila ya había escuchado la voz de Alberto. —Raquelita, ¿dónde estás ahora con el presidente Alberto?
—Nosotros...
—¡Raquelita, ya vi el auto del presidente Alberto!
En ese momento, se oyó el sonido de unos golpeteos en la ventana; Camila había llegado y estaba tocando el cristal.
Raquel no esperaba que Camila estuviera tan cerca. Aunque la película oscura y cara del auto impedía ver lo que ocurría dentro, la aparición repentina de Camila la sorprendió. En ese instante, Raquel seguía sentada sobre Alberto, los dos en una postura algo comprometida.
Fue entonces cuando la voz grave y ronca de él resonó: —Raquel.
Él la llamaba por su nombre.
Raquel lo miró. —¿Qué pasa?
—Suéltame.
—¿Qué?
Los ojos de Alberto se dirigieron hacia abajo, donde sus delgadas y firmes piernas blancas aún estaban fuertemente envueltas alrededor de su cintura. Después de

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