Capítulo 166
Raquel se quedó paralizada, sin saber qué quería decir él.
¿No le había comprado ese collar de ágata roja a Ana?
¿Por qué le preguntaba si le gustaba o no?
¿Acaso había comprado dos, uno para Ana y otro para ella?
Con lo rico que es, no sería imposible.
Raquel encontró la situación algo graciosa. Sin importar lo que él quisiera decir, ella no iba a seguir dándole vueltas a sus intenciones ni a tratar de adivinar lo que sentía. Esa noche en la autopista ya se lo había dejado claro, todo estaba saldado.
Guardó el teléfono sin responder.
En ese momento, Ana salió de la habitación. —Raquel, ¿también has llegado?
Ana estaba visiblemente de buen humor, le encantaban los productos de lujo, y el collar de ágata roja que Alberto le había regalado la hacía muy feliz.
Raquel asintió. —Solo vine a dar una vuelta.
—En unos días Alberto nos lleva a mí y a Elena a un hotel de lujo. Tiene unas cabañas y un spa muy famoso, vamos a ir a disfrutar de las aguas termales. Raquel, deberías

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