Capítulo 219 Firma este acuerdo
Cuando Angélica volvió a abrir la puerta, Samuel ya no estaba. Solo quedaba Martín.
—¿Qué buscas?
Su fría voz resonó mientras sus ojos recorrían la habitación.
Angélica negó con la cabeza: —Nada.
—Lloraste.
Martín la miró fijamente a los ojos enrojecidos. No era una pregunta, sino una afirmación.
Cuando se encerró en el baño, no tenía intención de sollozar, pero al estar sola, con el pecho agobiado y una sensación de injusticia asfixiante, el nudo en su garganta tembló, sus ojos ardieron y las lágrimas cayeron sin control.
No salió hasta que logró calmarse. Al mirarse en el espejo, notó que tenía los ojos hinchados, así que se enjuagó varias veces con agua fría. Creyó que ya no se notaba y, tras respirar hondo, salió del baño.
Pero aun así, él lo notó de inmediato.
—No, fue solo que el humo me irritó los ojos cuando cocinaba esta tarde.
Angélica se sintió avergonzada y no quería que él notara su debilidad.
—¿No crees que ese pretexto es demasiado ficticio? —Martín no apartó la m

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