Capítulo 43

El rostro de Oscar se volvió de repente serio. Asintió y dijo: —Está bien, envíame la información al teléfono, y sin importar las condiciones, haz que la persona venga. Una vez colgada la llamada, Oscar giró la cabeza y miró a Belén. Belén sonrió levemente, con una expresión tranquila: —No te preocupes, puedes ir a hacer lo que tienes que hacer. Ricardo me trajo y yo me iré con él en su coche de vuelta. Oscar asintió con la cabeza. —Entonces me voy a ocupar de eso, cualquier cosa lo hablamos esta noche. Beatriz era la única estudiante del renombrado médico Bata, una autoridad en la medicina con una gran destreza en el campo. Aunque Belén había mencionado que la enfermedad de su abuela se podía tratar, cuantos más médicos la atendieran, más tranquila estaría. Oscar había estado buscando a Beatriz desde que estuvo en Solarena, y por fin tenía algo de información. Necesitaba ir lo más rápido posible para investigarlo. Después de que Oscar se fuera, Ricardo estacionó el coche frente a la p