Capítulo 37
Belén probó un sorbo y luego lo dejó, justo cuando se disponía a marcharse, su cuerpo se tambaleó repentinamente y sintió un fuerte mareo.
Con un golpe sordo, se desplomó en el suelo.
María observó a Belén caída y un destello malicioso cruzó por sus ojos.
Ana se acercó caminando hacia ella y, viendo a Belén en el suelo, una sonrisa fría apareció en su rostro: —Mamá, ¿el presidente Diego ya llegó?
—Pronto, en unos diez minutos más —respondió María con una sonrisa cruel—. Esta chica tiene una gran capacidad de alerta, casi no lo logramos, apúrate y llévala arriba antes de que llegue el presidente Diego. Cuando lleguen las damas ricas y los periodistas, Belén no tendrá oportunidad de recuperarse.
Ana asintió y comenzó a arrastrar a Belén escaleras arriba.
Habían dado el día libre a los sirvientes de Casa Gutiérrez especialmente hoy, para mantener en secreto sus acciones.
María había citado a algunas de las damas más influyentes y periodistas de Vientomar bajo el pretexto de aclarar los in
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil