Capítulo 92

Entonces, ella incitó a Diego a utilizar una forma ostentosa de cortejo para provocar a Ignacio. Si le gustaba Leticia, seguramente se enojaría. Si no le gustaba, entonces no se preocuparía en absoluto. Justo antes, Diego había llamado para decir que Ignacio se había enojado, lo que significaba que Ignacio tenía sentimientos por Leticia. —Lo sé, voy a llamar a tus padres. —dijo Ramón, sentado en la mecedora. Aunque había perdido la partida de ajedrez, no estaba molesto; al contrario, se balanceaba tranquilamente. Ana pensaba que Ramón guardaba un secreto en su corazón, y con grandes ojos de curiosidad, se agachó cerca de la mecedora, adoptando una postura cotilla. —Abuelo, ¿por qué crees que Ignacio podría tener sentimientos por Leticia? El profesor Ramón bajó la mirada y lanzó una rápida ojeada a Ana, soltando una pequeña risa burlona. —No sabes nada. Cuando le dio a Ignacio la foto de Leticia, con la intención de emparejarlos, no lo hizo porque pensara que eran sus estudiantes más br