Capítulo 23
Leticia tomó los utensilios y levantó la vista: —Mamá, también come.
¿Acaso ella ya lo había entendido?
Leticia se sintió confundida, pero su actitud seguía siendo bastante buena.
Suspiró en silencio.
Miró a Marta: —Mamá, no te preocupes. De ahora en adelante trabajaré mucho para mantenerte a ti y a papá. Aunque no puedo prometer que viviremos una vida llena de lujos, al menos tendremos comida, ropa y una vida cómoda…
—Come primero, Leti.
Marta sonrió.
Leticia asintió y comenzó a comer un poco de fideos.
Después de la comida, ambas salieron del restaurante, una frente a la otra. De repente, Marta tomó la mano de Leticia, y las lágrimas empezaron a caer como si no pudiera controlarlas.
Leticia se quedó paralizada.
Justo antes, durante la comida, todo había estado bien.
¿Esto...?
—Mamá, ¿qué te pasa?
—Leti, por favor, hazme este favor. Ve y pide perdón a Héctor.
Marta había ido a ver a Héctor hoy con la intención de disculparse en nombre de su hija y pedirle perdón. El yerno que siempre
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