Capítulo 87

Carmen miraba el reloj, la hora acordada ya había pasado y Tomás aún no aparecía en el salón de banquetes, casi no podía contener el resentimiento y el odio que brotaban desde lo más profundo de su corazón. Estaba a un paso de convertirse en la legítima esposa de Tomás, ¡y justo en ese momento él había desaparecido! Con una sensación de injusticia, Carmen intentó llamar varias veces más a Tomás, pero siempre encontraba que su teléfono estaba apagado. Incluso empezó a sospechar que Tomás la había bloqueado. Carmen, sintiéndose incapaz de persistir, levantó el dobladillo de su vestido preparándose para subir a buscar a Luis, pero en ese momento vio a Luis bajando las escaleras y apareciendo en el salón de banquetes. Ella se apresuró a su encuentro. —Señor Luis, ¿sigue sin poder contactar a Tomás? Luis, al mirar el rostro de Carmen, tan similar al de Laura cuando era joven, un atisbo de disculpa cruzó por sus ojos. —He logrado contactarlo, pero ha surgido un problema, probablemente no pu