Capítulo 64

Después de enviar a Laura fuera del dormitorio, Carmen siguió sin rendirse y llamó de nuevo a Tomás. Justo cuando pensaba que esta vez tampoco responderían su llamada, el teléfono finalmente conectó. —¿Qué sucede?— La voz de Tomás era profunda, tenía un ligero tono de impaciencia. Un destello de decepción cruzó los ojos de Carmen, quien, ansiosa, empezó a hablar: —Tomi, ¿dónde has estado estos días? ¿Por qué no has contestado el teléfono? Estoy realmente preocupada. Hubo un momento de silencio del otro lado de la línea. —He tenido algunos problemas en este lugar. No me llames si no es necesario, hablaremos cuando regrese. Carmen se consterno. —Pero si mañana es nuestro... No alcanzó a terminar la frase cuando Tomás, impaciente, colgó el teléfono. Al intentar llamar de nuevo, nadie respondió. Carmen ya no pudo contenerse y, con un golpe, arrojó el celular contra la pared, además de tirar algunos objetos cercanos para desahogarse. No fue hasta que todo quedó hecho un