Capítulo 51
Tomás agarro el celular. —Hola, Fernando. ¿Encontraste algo sobre lo que te pedí?
Fernando pareció estar desconcertado. —¿Estás... estás bien?
Ya era la tercera persona que le hacía esa pregunta. Tomás quiso reírse, pero no pudo hacerlo.
Su corazón le dolía tanto que parecía que iba a romperse. ¿Cómo podría estar bien?
—De acuerdo. ¿Encontraste algo?
—Todavía no.— Fernando hizo una pausa repentina. —Mis subordinados siguen buscando. Ya sabes que hay muchos hospitales en el Reino Unido; llevará algo de tiempo revisarlos todos.
—Te lo agradezco. La próxima vez que regrese, te invito a cenar.
Fernando sonrió. —No esperemos a la próxima vez, ya casi es mediodía. Acabo de terminar una reunión, ¿qué tal si almorzamos juntos?
—Yo...
Fernando percibió su intención de rechazar y lo interrumpió de inmediato. —De todos modos, tienes que esperar noticias. Da igual dónde esperes. Si estamos juntos, te enterarás de inmediato si hay alguna novedad.
Tomás no pudo decir ni una sola
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