Capítulo 29

—Anteriormente, Rocío había acordado reunirse conmigo y me había dicho que se iría al Reino Unido. Pero, dos días después, me buscó de la nada, queriendo que la ayudara a alquilar un estudio para preparar sus obras de admisión. Le pregunté qué había ocurrido y no quiso decírmelo; su expresión reflejaba tristeza, así que no me atreví a insistir más. —Después, la ayudé a alquilar un estudio cerca de la escuela y fui a visitarla algunas veces cuando no tenía clases. Aproximadamente medio mes después, fui al estudio para buscarla, pero, no estaba. Cuando logré contactarla, solo me dijo que estaba ocupada. Luego, yo también me ocupé y no volvimos a vernos. —Pensé que ya se había ido al Reino Unido, pero, hoy recibí una llamada del dueño del estudio, quien me dijo que las cosas de Rocío aún estaban allí, pero, que no podía contactarla, por lo que me llamó para que recogiera sus pertenencias. —Rocío siempre había cuidado mucho sus pinturas, y esas eran sus obras de admisión. No era posible q