Capítulo 220

—¿Pero qué pasa si Ana realmente quiere divorciarse?— Laura preguntó con cautela, —Parece que esta vez Ana está realmente enojada. Si realmente no puede tolerarnos a Carmen y a mí, deberías dejarnos mudarnos. Así Ana no se enojará por estas pequeñeces. —Me duele verte tan preocupada, hasta has adelgazado. —Laura, siempre tan comprensiva, mira tus manos, te has quemado cocinando para mí, de ahora en adelante dejemos estas cosas a los sirvientes... Ana no pudo soportar más su nauseabunda conversación y pateó la puerta abierta. Las personas adentro no esperaban que ella irrumpiera, estaban muy cerca el uno del otro. Luis aún sostenía la mano de Laura, mirando con dolor el lugar rojizo en su mano. El repentino ruido los sorprendió, y Luis, al ver a Ana, instintivamente soltó la mano de Laura. Pero un destello de astucia cruzó los ojos de Laura, quien fingió estar tan asustada que no pudo mantenerse en pie y cayó en los brazos de Luis. Luis, por instinto, la atrapó, abrazando su cintura. Su