Capítulo 7
"¿Puedes irte a la habitación en la se supone ibas a dormir?", dijo Sigrid torpemente. "No estoy acostumbrada a dormir al lado de otra persona".
"A partir de hoy, empieza a acostumbrarte".
Sigrid sintió que ese hombre era demasiado autoritario. Él ya había tomado una decisión sin consultarle a ella primero.
Ella se acostó cerca del borde de la cama, sin atreverse a acercarse al hombre que yacía a solo un metro de ella.
En los siguientes minutos, él pareció dejar la lectura. Dejó el libro en su mesita de noche, apagó las luces y se dispuso a dormir.
Justo cuando Sigrid pensaba que tal vez no podría conciliar el sueño durante esa noche, un fuerte brazo se envolvió alrededor de su esbelta cintura.
Su cuerpo tembló levemente, y toda su atención se enfocó en su cintura. El hombre detrás de ella parecía no notar su incomodidad y de hecho se acercó más a ella.
Singrid sintió su espalda presionada contra el cálido pecho de él. Era la primera vez que la abrazaba un hombre estando d*snudo...
Su corazón pareció latir mucho más rápido. No sabía si era porque estaba tan silencioso que podía escuchar su corazón latir como un loco; pero estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer.
"Bueno... si me abrazas así... no podré conciliar el sueño. No estoy acostumbrada a que otros me abracen cuando duermo...", dijo Sigrid débilmente. Había sentido que si permanecía en esa posición toda la noche le tomaría mucho tiempo quedarse dormida, ¡pero ahora no podía dormirse en absoluto!
"¿Por qué no puedes dormirte? ¿Quieres hacerlo?" La voz profunda y ronca del hombre sonó detrás de ella, acompañada por su cálido aliento soplando sobre su cuello.
Sigrid intentó no temblar. Se mordió el labio y dijo: "No tengo tal necesidad. Realmente, soy diferente a mi hermana. Aunque la verdad... Si hubieras estado dispuesto a dormir con ella desde antes, ella no hubiera tenido una aventura".
El hombre guardó silencio durante dos segundos. Justo cuando Sigrid pensó que lo había enojado, él volvió a hablar: "Mirando a tu hermana... no sentía apetito".
Sigrid se quedó sorprendida y exclamó: "¿Qué? ¿Entonces sientes ganas de hacerlo cuando me miras? ¿Quieres decir que te soy apetecible?"
"Mejor duérmete", dijo George, luego cerró los ojos.
Sigrid pensó que estaba destinada a desvelarse durante esa noche, pero poco después de cerrar los ojos se quedó dormida.
A la mañana siguiente, cuando se despertó, el calor que la había envuelto la noche anterior se había ido.
Después de levantarse y lavarse, bajó las escaleras y vio que George ya estaba sentado a la mesa y comía elegantemente.
El sirviente, al verla bajar, fue a la cocina a servirle un desayuno caliente. Habían cinco tipos diferentes de desayuno, los cuales eran todos de su gusto.
No había creído que el gusto de su cuñado fuera tan parecido al de ella.
Sigrid se sentó frente a él. "Buenos días, cuñado".
George frunció el ceño ligeramente, pero no corrigió la forma en que ella seguía dirigiéndose a él.
Después del desayuno, se puso de pie y dijo: "Prepárate para volver a la antigua mansión".
Sigrid de repente se puso nerviosa. "Yo... no quiero ir".
"Prepárate." George no le dio la oportunidad de negarse y le pidió a alguien que la llevara a cambiarse de ropa antes de subirse en el coche.
De camino a la casa de la familia Toland, Sigrid sentía que la estaban llevando hacia su ejecución. Puso sus manos en los muslos y no se atrevió a hablar por su nerviosismo.
Los ojos del hombre se posaron en sus puños, él frunció los labios y dijo: "La nuera fea tiene que ver a sus suegros tarde o temprano. Puede intentar posponerlo, pero no puede evitarlo".
"¡B*stardo! ¡Anoche dijiste que era bonita, pero hoy dices que soy fea!"