Webfic
Abra la aplicación Webfix para leer más contenido increíbles
Adiós al AmorAdiós al Amor
autor: Webfic

Capítulo 5

¡Bum! Un estruendo similar al de un trueno explotó en su mente. Mientras su cerebro aún estaba atónito, el hombre besaba cada vez más profundamente, y con una voz rasposa susurró un nombre: —María... ¿Entonces, él estaba tan borracho que la confundió con María? Rosa recobró la compostura rápidamente, empujó al hombre que estaba sobre ella y corrió hacia afuera sin pensarlo. Afortunadamente, él no la persiguió. Al día siguiente, Rosa salió de la habitación de invitados y vio a Mario acercándose a ella con el ceño fruncido. —¿Cómo es que estoy en tu habitación? Su tono de desdén y sospecha la dejó desconcertada. Al ver que él no recordaba nada de la noche anterior, Rosa estaba a punto de hablar, pero el hombre la interrumpió fríamente: —¿Fuiste tú la que me metió aquí? Rosa, te lo he dicho, no hay posibilidad entre nosotros. Además, ya estoy a punto de casarme, ¿aún no has dejado de insistir? Rosa se quedó en silencio un momento, luego bajó la cabeza, sin decir una sola palabra. ¿Qué sentido tenía hablar? Amarlo era un pecado, y ahora, para él, ella no podía hacer nada bien. Viéndola con los ojos rojos, callada, Mario respiró con algo de tensión. Iba a acercarse cuando una voz suave interrumpió desde el exterior: —¡Mario! María entró desde afuera. Cuando iba a sonreír y lanzarse a sus brazos, de repente vio algo y su sonrisa se congeló un poco: —¿Por qué tienes el labio roto? Él tocó su boca instintivamente, la miró profundamente a Rosa, y luego dijo: —No es nada, probablemente un mosquito me mordió. En el resto del día, Rosa no volvió a encontrarse a solas con Mario. Él estaba ocupado con María, y ella aprovechaba el tiempo para seguir practicando danza. Un día, mientras practicaba un movimiento difícil, el director apareció de repente con Mario y María. —Todos, por favor, deténganse un momento. Les presento a María, una bailarina especial que nos trae el señor Mario. Aplausos para ella. Entre los aplausos, el director miró a Rosa, la más cercana a la entrada: —Rosa, tú eres la principal, así que te encargarás de enseñarle a María. Tras la presentación, el director acompañó a Mario y María a completar los trámites. Cuando la puerta se cerró, los demás comenzaron a murmurar. —Escuché que María había intentado ingresar al grupo, pero no lo logró. Vaya, no es sorprendente que, siendo la prometida del señor Mario, haya entrado tan fácilmente. —Recuerdo cuando nosotros tuvimos que pasar por tantas dificultades para ingresar, no es comparable. Las palabras llenas de celos siguieron, mientras Rosa, sentada en el suelo con las piernas cruzadas, miraba su reflejo en el espejo, con la mirada perdida. Nadie conocía a Mario mejor que ella, un hombre frío y de principios, que siempre había sido muy recto. Aunque tenía gran poder, nunca había usado su influencia para nada. Pero ahora, por primera vez, había hecho una excepción por María. Parecía que realmente la quería. Desde ese momento, María se unió al grupo de danza, y Rosa pasó a ser su profesora. Rosa siguió el consejo del director y enseñó a María con seriedad, pero ella no se dejaba disciplinar. Siempre aprendía de manera superficial y encontraba excusas todos los días para no asistir a las clases, abandonando temprano cada vez. Esa vez, Rosa no tuvo tiempo de detenerla. María se fue, y Rosa solo pudo acercarse a la ventana para llamarla, pero vio cómo Mario la recibía con firmeza. Los dos se besaron profundamente, luego se sentaron en el auto. Rosa no miró más, cerró la ventana tranquilamente y continuó practicando.

© Webfic, todos los derechos reservados

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.