Capítulo 98

—Es trabajo, así que todos los gastos deben ser cubiertos por el despacho. —Entonces, gracias, Maestro. De vuelta en su escritorio, Adriana envió un mensaje en el grupo de chat de tres personas que compartía con sus amigas. Adri: [@Luci, la fiesta de celebración de la salida a bolsa de la empresa de tu novio, ¿vas a ir?] Luci: [Él me lo mencionó, pero rechacé la invitación.] Adri: [Nuestro despacho fue invitado, voy con mi Maestro. Deberías venir también, me da ansiedad social estar sola.] Luci: [¿No va Gonzalo también?] Adri: [Pero no puedo seguirlo todo el tiempo.] Luci: [Está bien, te acompañaré.] Adri: [Abrazo a mi querida Luci.] Rosa, que había estado observando la conversación, envió un emoji. Rosa: [Vómito.gif] Cuando Adriana cerró la ventana del chat, deslizó la pantalla hacia abajo y vio la conversación con Salvador. Su última conversación seguía siendo el mensaje de la vez anterior. “Esta noche, recuerda hacer la cena.” Esa mañana, la discusión entre ellos no había terminado