Capítulo 70

El clima era frío, pero eso la mantenía despierta. Todos esos sentimientos que se había visto obligada a reprimir, esos que había intentado ocultar con tanto esfuerzo, parecían ahora volverse completamente evidentes. Le había dicho a Salvador que ya no lo quería, también se lo había dicho a Lucía. No importaba cuántas veces lo repitiera, ni si los demás le creían o no; solo ella sabía que en su interior había una persistencia que no podía controlar ni arrancar de raíz. Adriana ya no sabía si lo que sentía en ese momento era frustración o desilusión. ... Adriana y Salvador iniciaron una guerra fría que duró una semana. Cada día, al regresar del trabajo, Adriana comía algo rápidamente en la cocina y luego subía a su habitación. Cuando él cenaba, ella se duchaba; cuando él volvía al dormitorio, ella ya fingía estar dormida. Por la mañana, se levantaba antes que él, no desayunaba en casa y salía corriendo hacia el bufete. Adriana no sabía en qué había estado ocupado Salvador durante esa se