Capítulo 10
La pareja de Emma la pone detrás de él, toma una posición defensiva y mira fijamente a mi pareja; ambos están en silencio, aprovecho este momento para estudiarlo un poco, y noto que sus rasgos son similares a los de mi pareja, por lo que asumo que deben tener alguna relación.
"Lorcan, controla a tu pareja, no dejaré que esa cachorra vuelva a amenazarme sin que sufra las consecuencias. Me da igual que seas mi beta o mi hermano".
Esa última declaración confirma mi teoría y me doy cuenta de que ahora la gente nos mira; por supuesto, a cualquiera le llamaría la atención ver a una niña perdida junto a un hombre desnudo que es casi un gigante. La gente observa a mi pareja como si fuera una especie rara, incluso los machos de alto rango de otras manadas parecen temerle, ¿por qué?; estoy segura de que es un alfa, pero eso no significa que todos deberían tenerle miedo. No es como si fuera de sangre real, esos lobos rara vez asisten a la reunión; además, estoy segura de que no es de sangre real.
Al menos me alegra saber que Emma estará en mi misma manada; aunque la acabo de conocer, no creo que pueda manejar estas transiciones sin ella. El hombre que asumo que se llama Lorcan asiente a mi pareja, pero luego dice unas palabras que me dejan congelada y me impactan hasta la médula.
"Rey alfa, te aseguro que no volverá a pasar, me encargaré de eso".
¡M*LDITA SEA!
¡ESTOY J*DIDA!
¡MI PAREJA ES EL REY ALFA!
¡ZADEN, EL REY ALFA!
¡NO PUEDE SER!
¿Por qué, diosa de la luna?, ¿por qué?
¿Qué hice para merecer que mi pareja fuera este pedazo de m*erda?, da igual que sea un pedazo de m*erda muy fina y atractiva.
¡Esto no puede estar pasando!, por un momento siento que me va a dar un infarto, trato de volver en mí y lucho por alejarme, pero su agarre se hace aún más fuerte. Entonces lo miro, y él me lanza una sonrisa sádica y luego dice:
"Bueno, parejita, ahora que sabes mi nombre y mi posición, me gustaría darte la bienvenida oficial a mi manada. Riven Adams, hija de un alfa, mejor dicho, Riven Adams, reina luna de la manada Blood Eclipse".
Me quedo allí estupefacta, mirándolo con la boca abierta, nunca me imaginé que este hombre sería mi pareja; es cierto que parece poderoso e irradia el aura más fuerte entre todos los machos presentes, ¡¿pero cómo es posible que sea el alfa de la manada Blood Eclipse?! Jamás me habría imaginado, ni en mis sueños más descabellados, que él sería mi pareja.
Mis días de libertad han terminado.
Levanto la mirada para ver el rostro pálido de Emma, sus ojos me miran con preocupación, y yo comparto el mismo sentimiento. Al menos parece que su pareja es agradable y la cuidará; es una lástima que no pueda decir lo mismo.
Mis ojos se mueven de Emma a su pareja y de vuelta a ella, estoy a punto de hablar para que no se preocupe por mí, pero no puedo hacerlo. De repente, se escucha un chillido agudo desde un lado, y cuando estoy a punto de darme la vuelta, alguien me golpea.
Esquivo la mayoría de los golpes y me pongo en posición de pelea, pero antes de que las cosas se ponga en verdad violentas, alguien me quita a mi atacante de encima.
No estoy segura de lo que acaba de pasar, pero obviamente esta persona me odia; aspiro una profunda bocanada de aire para relajar mi mente, luego trato de mirar a mi atacante y veo a Victoria retenida por quien supongo que es su pareja.
Ella lucha contra su captor, y en ese momento me doy cuenta de que alguien también me está reteniendo: "P*ta, ¿cómo te atreves a estar con él? ¡Sabías que era mío!"
De nuevo siento el hormigueo en mi brazo y sé que es Zaden, pero hago todo lo posible por ignorarlo, estas chispas juegan con mi mente.
"¿Por qué soy una p*ta?, ¿crees que esta fue mi elección?, actúas como si este hubiera sido mi plan. Despierta, reina Victoria, no eres una verdadera reina, ¡y ni siquiera te conozco como para tramar un plan malvado contra ti!"
Respondí con una tranquilidad completamente inusual, porque si comenzaba a luchar como una niña pequeña al igual que ella, las cosas solo se podrían peor. Zaden frota mi brazo de una manera relajante para calmarme y el hormigueo me distrae, pero también me hace sentir bien por un momento, porque este simple gesto era algo que no esperaba de él; me siento alegre, tal vez no sea tan malo como dicen.
Puedo sentir su calor corporal, lo cual también es muy relajante y tranquilizador.
Victoria, por otro lado, se está volviendo cada vez más loca; de repente, sonríe y dice algo que nadie esperaba, haciendo que mi pareja y yo nos quedemos congelados en el acto.
"¡Recházalo!"