Capítulo 5

”¿Su nombre? Bonnie Shepard. B-O-N-N-I-E, S-H-E-P-A-R-D”. “Por favor espere, señor. Déjeme revisar los registros”. Un minuto después, la voz volvió a escucharse, esta vez tartamudeando. “H-ha cometido un error. Bon…”. Ella tosió. “Bonnie Shepard no ha roto ninguna ley ni ha escapado de la policía”. “Si vuelve a hacer un reporte falso, ¡levantaremos cargos por esto!”. Tras decir esto, la mujer colgó. Gresham estaba estupefacto. Vera estaba a su lado y había escuchado todo lo que había dicho el oficial de policía. “¿Ya terminaste? Voy arriba”. Bonnie se fue. Vera sintió pena mientras miraba a su hija alejarse. Después de todo, si bien Bonnie era una perdedora, seguía siendo su hija. “Lo siento, Bonnie. Nos equivocamos contigo”. Bonnie se sintió triste al escuchar esto, así que se detuvo y miró por encima del hombro a Vera. Esa mujer rara vez se disculpaba con ella y nunca la trataba con tanta amabilidad. Gresham suspiró. “Solo estaba preocupado por ti. Sea como sea, perdóname”. Bonnie frunció el ceño. “No pasa nada”. La sala se quedó en un silencio que Bonnie fue la primera en romper. “Ya voy a dormir”. “¡Espera!”. Vera detuvo a Bonnie. “¿Qué rayos pasó el otro día? ¿Por qué te llevó la policía?”. “Ya te dije que es información clasificada. Te diré cuando sea buen momento”. Bonnie dijo la verdad. Vera estaba perdiendo la paciencia y se sentía tanto decepcionada como enojada. Ella ya no quería seguir escuchando mentiras, así que cambió de tema. “La escuela llamó. Dijeron que tendrían que echarte si vuelves a ausentarte”. “Me encargaré de esto”. A Bonnie no le preocupaba ser echada de la escuela porque podía hacer que alguien se encargara fácilmente de esto. Pero la respuesta hizo explotar a Vera. “¿Te encargarás de esto? ¿Cómo lo harás? ¿Crees que eres la directora o algo? ¡Tienes 20 años, Bonnie! Pudiste haberte graduado hace mucho tiempo si no te ausentaras de clase tan seguido. Demonios, ¡incluso te tomaste un año sabático!”. “Trina nació el mismo día que tú, ¡pero ella ya está en su segundo año en la Universidad de Pyralis!”. "Si sigues perdiendo el tiempo así, ¡nunca entrarás a la universidad!”. “E incluso si lo haces, ¡es posible que sea a una universidad de tercera categoría!”. Bonnie ya le había dicho a Vera por qué se había tomado un año sabático. Pero sus padres no le creyeron y la regañaron por mentir. Bonnie no se molestó en volver a explicar esto. “No te preocupes, no iré a una universidad de tercera categoría. Iré a la Universidad de Pyralis”. “¿La Universidad de Pyralis?”. Vera casi no podía creer lo que escuchaba. “Sip”. Bonnie asintió con la cabeza. “¡Esa es la mejor universidad en Pyralis! ¡Solo los mejores entre los mejores pueden entrar en ella!”. "Trina entró porque estudió muy duro día y noche”. “Tú has repetido años por dos años. ¿Qué te hace pensar que puedes entrar?”. “No tendré problemas entrando si obtengo la mejor puntuación en el examen de admisión”. Bonnie estaba confiada. Vera se exasperó en serio. Para cuando recuperó la compostura, Bonnie ya había regresado a su habitación. Ella había hecho su propia investigación por dos días seguidos, por lo que estaba exhausta. Justo cuando estaba preparándose para darse una ducha, ella recibió una videollamada de uno de sus mejores amigos. Una vez contestó, un hombre apuesto apareció en la pantalla. “Oye, el Caballero quiere tener un juego contigo”. Bonnie se sintió intrigada. “¿Estás segura de que es él?”. "¡100%!". “De acuerdo, cuenta conmigo”. “¡Eso es grandioso!”. Heath Rice sonaba emocionado. “El Pastor y el Caballero son los titanes del mundo del ajedrez. ¡Este será el juego del siglo! Tengo muchas ganas de verlo. ¡Le responderé de inmediato!”. “Claro”. Después de colgar la llamada, Bonnie se dio una ducha caliente y se recostó en su cama para dormir. *** A las 6:00 a.m. del día siguiente, Bonnie salió de la casa con una camisa sin mangas y un par de mallas. Ella no había entrenado en kickboxing en mucho tiempo, por lo que decidió entrenar en el parque. Bonnie vio a un señor mayor hacer shadow boxing mientras otros señores de su misma edad lo veían. “¡Grandioso, Orson!”. "¡Nadie puede soportar un puño como ese!”. Los espectadores llenaron al hombre con cumplidos. Bonnie frunció el ceño y murmuró para sí misma: “Tu juego de piernas es mediocre y tus golpes son descuidados”. Ella había aprendido kickboxing desde una edad temprana, por lo que no pudo evitar señalar los errores del hombre. Los señores mayores la escucharon y miraron a la joven mujer con escepticismo. “Oiga, joven, ¿qué sabe de kickboxing?”. "No hable de lo que no sabe, ¿sí?”. "Sí, Orson ha practicado kickboxing por más de una década. Estoy seguro de que sabe lo que hace”. Pero Bonnie estaba tranquila. “Solo decía la verdad. No lo está haciendo bien”. “¡Cuida tus palabras, joven!”. Scott era una persona de mal carácter y además era fan de Orson Steele, por lo que no podía aceptar que alguien lo criticara. “Piérdete o tendré que…”. “Déjala, Scott. Es solo una niña”. Con una sonrisa amigable, Orson se acercó a Bonnie. “Así que sabes algo de kickboxing, ¿eh?”. “Sip”. Bonnie asintió con la cabeza. Orson estudió la cara de la mujer y se sorprendió al notar que no parecía estar mintiendo. “¿Por cuánto tiempo lo has estado practicando?”. Bonnie intentó recordar. “Desde que tenía tres años”. “¿Escucharon eso, muchachos? ¿Kickboxing a los tres años?”. “En todos mis años de vida, ¡nunca he conocido a nadie que dijera una mentira tan descarada!”. Scott y su grupo se doblaron de la fuerte risa que soltaron. Bonnie siguió sin inmutarse. Mientras se tocaba la barba, Orson entrecerró los ojos y dijo: “Dijiste que no lo hice bien. ¿Por qué no nos muestras la manera correcta de hacerlo?”. Bonnie revisó la hora. Como tenía que llegar a la escuela a las 7:30 a.m., tenía tiempo para esto. “Tengo que ir a la escuela más tarde, así que solo te lo mostraré una vez. Presta mucha atención, ¿de acuerdo?”. “¡Qué presumida! Si puede hacer esto, me raparé y me pararé de cabeza…”. Antes de que pudiera terminar de hablar, Scott se quedó boquiabierto.