Capítulo 125

—¡Apártate, no ves que mi esposo ha venido a recogerme para llevarme a casa? Lourdes empujó a Carlos a un lado y se acercó rápidamente para agarrar el brazo de Alberto, con una sonrisa dulce y seductora en su rostro, dijo en un tono meloso:—Cariño, ¿estás tan preocupado por mí? —Solo salí a correr un poco por la montaña, estaré de vuelta en un rato. —Lourdes, ¿este es tu esposo? Carlos señaló a Alberto, con una expresión algo descompuesta. Aunque todavía era un estudiante universitario, le gustaba el riesgo y siempre iba tras mujeres hermosas, fueran jóvenes o maduras. Esta noche, su objetivo era Lourdes, pero no esperaba que ella ya tuviera esposo. —Sí, este es mi esposo, nos casaremos el próximo mes.—Lourdes abrazó con fuerza el brazo musculoso de Alberto, apoyando su cuerpo blando contra él, y su pecho voluminoso tomó formas variadas con la presión. Aun con ropa, se podía sentir su majestuosidad, su suavidad... —...... Alberto seguía en silencio, sin entender qué pretendía Lourde