Capítulo 99

¿Pero querido, por qué no estás a mi lado? La voz melancólica de una mujer resonó en el amplio dormitorio, interrumpiendo rápidamente el ambiente íntimo. Las dos personas pegadas se separaron rápidamente. María, apresurada, tomó su ropa y corrió al baño, tapándose el corazón que latía descontroladamente, mientras se consolaba una y otra vez, 'Gracias a la llamada de Leticia, de lo contrario, te habrías enredado con Alejandro otra vez. ¡Qué falta de voluntad! ¿No es solo un hombre? ¡María, despierta de una vez!' El tono de llamada de Alejandro era sencillo, el típico sonido mecánico del teléfono, pero este tono especial estaba configurado solo para Leticia. Fue en ese momento cuando María entendió cuán poderosa era la presencia de la "luz de luna". Leticia siempre sería Leticia, mientras que su esposa podía ser cualquier persona. Con el deseo insatisfecho, Alejandro frunció el ceño y contestó el teléfono con evidente desagrado, —¿Qué pasa? El tono mecánico de su voz, lleno de insatisfac