Capítulo 52

Un niño de poco más de cinco años dijo esto con una expresión seria en su rostro. Sin mirar a Alejandro, se dio la vuelta y se fue. Como si no fuera él quien hace un momento necesitaba tanto el cariño y la cercanía de su padre. Se fue con determinación, sin voltear la cabeza. Alejandro se quedó de pie, mirando la pequeña figura que se alejaba, con una mirada oscura e indescifrable. ¿Amor? ¿Qué es el amor? ¡Solo es un niño! ¿Qué puede entender? Pero... Esos ojos claros y esas palabras infantiles todavía revolvían su corazón. Alejandro, quien manejaba negocios de millones de dólares en minutos, se encontraba por primera vez en un estado de confusión. Él realmente no amaba a María, ¿no es así? ¿Y no habían vivido juntos como casados durante tantos años? ¡Bah! ¿Qué es el amor? ¿Acaso se puede comer? ¿Se puede gastar como dinero? Molesto, el hombre encendió un cigarrillo y lo sostuvo entre sus dedos, fumando. Miró hacia la dirección del dormitorio principal en el segundo piso; la luz ya est