Capítulo 24

Joaquín no sufrió heridas vitales cuando recibió la puñalada, y gracias a la pronta atención médica, su vida no corrió peligro. Después de saber que él estaba fuera de peligro, Marta pudo al fin relajar sus tensos nervios. Tras llamar a Samuel y Gisela para ponerlos al tanto de la situación, volvió a la habitación del hospital. Al ver a Joaquín todavía sumido en un profundo sueño, soltó un gran suspiro de alivio. Sobre la mesa descansaban una cartera y una bolsa manchadas de sangre. Al contemplar aquel color escarlata, le fue imposible no recordar la escena de peligro que acababan de atravesar. Observando de nuevo el rostro de Joaquín, pálido como el papel, los sentimientos de Marta se tornaron increíblemente complejos. Fue asaltada al volver del trabajo, ¿cómo había Joaquín aparecido cerca? ¿Acaso la había estado siguiendo todo el tiempo? ¿Y por qué no se había dado cuenta de ello? Marta se angustió con estas preguntas durante media hora, hasta que finalmente llegaron Samuel y Gisela.