Capítulo 51 Dos personas comunes

Yago apretaba con fuerza el anillo de compromiso en su mano, y sus ojos estaban ligeramente enrojecidos. —¿El anillo de matrimonio? ¿Por qué no llevas el anillo de matrimonio? —Clara, ¿qué quieres decir con eso? Encogí los hombros, sin saber qué decir. ¿Decir que casi me muero, que ni siquiera tenía dinero para ver al médico? Sé que Yago se compadecería, pero no quiero su piedad. Que un matrimonio llegue a nuestro punto ya es suficiente, ahora tengo dinero, solo quiero un poco de dignidad. —Clara, ¿sabes? Ese anillo lo hice yo mismo, elegí el mejor de docenas de diamantes, ¡lo hice con mis propias manos! —Siempre pensé en encontrar un trabajo, ahorrar un poco y luego proponerte matrimonio. ¡Clara! Gritó enojado, parecía que había un ligero sollozo en su voz. Lo miré atónita, con un dolor indescriptible en mi corazón. Sus ojos mostraban agravio, ¿pero acaso yo no sentía lo mismo? También me había preguntado por qué el anillo de matrimonio era tan defectuoso, ¿acaso porque me fui, ni siq