Capítulo 49 Todo es mi culpa

A pesar de ese incidente inesperado, la celebración anual continuó según el programa establecido. Me quedé sentada en un rincón, temiendo perder el anillo de compromiso. Aunque intentaba ocultarme, de vez en cuando alguien se acercaba para charlar. Como señora López, debía recibirlos con una sonrisa. Realmente no deseaba seguir interactuando con algunas personas desconocidas en el evento, por lo que finalmente me refugié en el baño. Sin embargo, no esperaba encontrarme con una Patricia completamente ebria. Curiosamente, Patricia también había estudiado en nuestra misma escuela, aunque parecía que desde el primer año le gustaba enfrentarse a mí. Más tarde, una compañera de habitación me reveló que a ella también le gustaba Yago, pero yo lo había conquistado primero. En aquel entonces, mi cortejo hacia Yago fue ferviente, y muchos lo alentaron; Patricia, orgullosa como era, naturalmente no quiso seguir persiguiéndolo. En cambio, empezó a buscarme problemas sin razón. Originalmente preten