Capítulo 27

Entonces, tendría una hija adorable y comprensiva... Una hija que realmente me amaría. Pensando en esto, no pude evitar sonreír: —Lo haré. Víctor desvió la mirada y continuó con su trabajo: —Parece que aún no has tenido tiempo de organizar tus cosas. Me levanté: —Voy enseguida. ... Mi habitación estaba en el extremo este del segundo piso. Era grande, con un vestidor independiente, mucha luz natural, e incluso un amplio balcón. Las cortinas estaban abiertas y los rayos del sol se derramaban sobre la cama, creando un ambiente acogedor. No me puse a organizar inmediatamente. En cambio, me tumbé en la cama, disfrutando de la paz y tranquilidad que hacía mucho tiempo que no sentía. En ese momento, de repente pensé que si pudiera vivir así toda mi vida, no estaría nada mal. Después de descansar un poco, tomé la maleta y la llevé al vestidor. Al abrir el armario, me encontré con que estaba lleno de ropa. Había vestidos, camisas... Todo tipo de estilos y modelos. Me q