Capítulo 69

—Está bien. Dicho esto, colgó el teléfono. Ahora él era el protagonista de la prueba de iluminación. Dado que estaba a cargo, no podía permitirme el lujo de ofenderlo. Así que me puse un abrigo sobre el pijama y fui a tocar la puerta. Adrián abrió, su mirada se posó en mi cabello aún mojado, y su nuez de Adán se movió ligeramente. —¿Todavía te duele?—me preguntó. Esa pregunta me tomó por sorpresa.—¿Eh? La mirada de Adrián descendió hasta mi cintura, y entonces lo entendí. No sé por qué, pero mi corazón se aceleró un poco.—Oh, no es nada. —Espera un momento —dijo, y luego se dio la vuelta, dejándome sola en la puerta. Miré a través de la puerta entreabierta y vi su computadora sobre el escritorio. Al parecer, mientras yo me bañaba, él ya había comenzado a trabajar. Muy bien, esa dedicación es encomiable. Adrián volvió, su alta figura bloqueó todo detrás de él, así que aparté la vista y me concentré en él. Llevaba la misma ropa de antes, solo que la camiseta estaba metida en la cintura,