Capítulo 143

Como Tristan ya había hablado, ella no podía decir nada más. Pensó en su querido hijo y decidió que conversaría con aquel hombre cuando el niño no estuviera presente. Después de todo, no quería que su amado hijo se viera envuelto en discusiones entre adultos. En el camino. Gracias al niño, el ambiente en el coche no era tan silencioso ni incómodo. El pequeño no dejó de hablar durante el trayecto. De vez en cuando, el hombre sentado delante intervenía con unas palabras. La escena era muy armoniosa. En el restaurante. Después de que Tristan aparcara el coche en la entrada, salió y le abrió la puerta como un caballero. Adrian quedó en medio de los dos adultos. "Cariño, el otro día, el tío Tristan me llevó a comer platillos japoneses. Ahora, me ha traído a comer comida francesa. Me dijo que me llevará a degustar todas las comidas del mundo", comentó, con una carita llena de sinceridad y orgullo. Sin embargo, ella se limitó a asentir y no dijo nada. Observó el rostro de su amorcito. Parecí