Capítulo 34

Lourdes miró con determinación, —Lo haré. Soltó una risa fría y dijo, —Una nuera recién llegada, ¿de verdad cree que es la dueña de la casa? Beli tiene razón, no la dejaré en paz. —Lulu, siempre te apoyaré. En ese momento, una sirvienta tocó la puerta, —Señorita, el alcalde Raúl ha venido a buscar a Lourdes. —¡Cariño! —exclamó Lourdes con alegría al oírlo. Se levantó de la cama de Belén, lista para salir. Belén, fingiendo preocupación, la tomó de la mano y dijo, —Lulu, esta noche quédate aquí conmigo. Tenemos muchas cosas de las que hablar, y además, asegúrate de que Raúl sepa que no eres alguien a quien puedan pisotear. Lourdes quería quedarse, pero sabiendo que su esposo había venido a buscarla personalmente, no podía simplemente ignorarlo. Después de todo, no estaban en su casa, y tenía que cuidar la imagen de su esposo. —Saldré a hablar con Raúl y le contaré mi decisión. Los ojos de Belén mostraban preocupación mientras su voz temblaba un poco, —Lulu, me preocupa que Leticia le hay