Capítulo 33

Sus palabras parecían casuales, pero sólo Belén sabía que lo que acababa de decir era como una espina clavada en el corazón de Lourdes. Casa antigua de la familia García. En la habitación, Leticia terminó de ver todo el video y le devolvió el celular a Pedro. —Aunque no insultó a mis padres directamente, no puedo olvidar su mirada de desprecio y frialdad. No me arrepiento de haber peleado con ella, creo que hice lo correcto. —No he dicho que estuvieras equivocada. Defender a tus padres es algo totalmente justificado. Pero... —No hay peros. Lo interrumpió Leticia antes de que pudiera terminar. La joven ya había tomado una decisión, y con una mirada desafiante encaró a Pedro, —Si te atreves a meterte con mi familia, no dudaré en pelear contigo también. Pedro no pudo evitar soltar una carcajada. Señalando su frente con el dedo índice, le dijo en tono burlón, —Tienes mucho valor para hablar así. Leticia, sin ceder terreno, lo miró fijamente, su expresión seria. Aunque él tocaba su frente,