Capítulo 10

El sonido de la llamada colgada hizo que Madison diera un pisotón de frustración. El desgraciado de Cameron le había colgado. Aún enfadada, Madison volvió a marcar su número. Le contestaron rápidamente, pero esta vez Cameron estaba claramente irritado. "¿Has terminado?". "¡Cuida tu actitud, Cameron!". Gritó Madison, con la cara roja de rabia. "Primero robaste la pulsera de mi madre, luego le hiciste daño a mi hermano, ¿y ahora te atreves a colgarme?". "¿Robé la pulsera de tu madre? Esa pulsera me la dio mi madre para que la llevara mi futura esposa. No hay nada malo en que la recupere después de nuestro divorcio". "¡Eres un miserable, exigiendo que te devuelvan una estúpida pulsera después de haberla regalado!". "Sí, soy el más pobre de los pobres". Dijo Cameron, sin ganas de seguir discutiendo con Madison. "¿Así que lo admites? Mi madre me dijo que fuiste a mi casa en un Maybach. ¿En serio crees que cambiaría de opinión y volvería contigo porque alquilaste un Maybach? ¡Ni en tus sueños, Cameron Morgan!". "¿Yo? ¿Alquilar un Maybach? ¿Para ti?". Cameron se rio. "Por favor, no seas tan vanidosa por una vez". "¿Entonces por qué has alquilado el coche?". Preguntó Madison con sarcasmo. "¿Cómo puede ser eso de tu incumbencia?". Cameron respondió rotundamente. "¡Tú!". Madison frunció el ceño. "Está bien, no voy a discutir contigo en eso, Cameron. Ahora dime qué piensas hacer ahora que has hecho daño a mi hermano". "Le hice daño porque se lo merecía". Dijo Cameron con frialdad. "¿Cómo te atreves? ¡Es el único varón de mi familia!". Madison gritó. "¿Así que vale la pena preocuparse por tu hermano pero no por mí? Merezco que me insulten y me aplasten la mano con un jarrón sin protestar, ¿sí?". Replicó Cameron sombríamente, algo enfadado por las palabras de Madison. "¡Exactamente!". Dijo Madison con severidad. "¡Qué barbaridad!". Cameron se burló y continuó: "Ya que todos ustedes son tan obstinados, entonces no digan que no se los advertí: diles a tu madre y a tu hermano que se aparten, o la próxima vez no serán solo brazos rotos". Cameron colgó la llamada. "¡Idiota!". Maldijo Madison enojada luego de que le colgaran una vez más. Cuando llamó a Cameron por tercera vez, la llamada ya no entró. Cameron la había bloqueado. Madison estaba tan enfadada que estuvo a punto de estrellar el teléfono contra el suelo. Cameron no solo la había amenazado, sino que además la había bloqueado. ¿Cómo se atrevía? "¡Espera, Cameron Morgan!". Madison gritó. Respiró hondo antes de volver a la sala. "¿Cómo te fue, Madison?". Preguntó Pia, preocupada. "¡Ese desgraciado me ha colgado! Pero dijo que ustedes lo insultaron y que Skyler intentó golpearlo con un jarrón. ¿Es eso cierto?". Preguntó Madison. Pia se sintió culpable por un momento, pero rápidamente dijo: "No creas sus mentiras. ¡No hemos hecho nada! Fue él quien irrumpió en la casa. ¡Skyler solo nos estaba defendiendo!". "Je, sabía que ese desgraciado mentía. ¿De verdad cree que no me daré cuenta de su truco de alquilar un coche para intentar reconquistarme?". Madison se burló. "¿El coche era de alquiler?". Los ojos de Pia se abrieron brevemente. Luego suspiró. "Lo sabía. ¡Ese chico no podía hacerse tan rico en tan poco tiempo!". "Mamá, ¿cómo va a ser rico si hasta está intentando recuperar una vieja y maltrecha pulsera que me regaló?". Madison frunció el ceño. "¿P-podemos recuperar esa pulsera, Madison?". Preguntó Pia. "Es solo una pulsera vieja y asquerosa, mamá. Puedo conseguirte una nueva. Toma, hay un millón de dólares en esta tarjeta. La clave es mi cumpleaños. Ve a comprarte una pulsera más bonita y algo de buena comida para Skyler". Dijo Madison mientras le entregaba una tarjeta bancaria a Pia. "¡Eres muy amable, Madison!". Pia se olvidó inmediatamente de la pulsera tras saber que había un millón de dólares en la tarjeta. ¿Qué era más importante que el dinero? "Somos familia, después de todo". Dijo Madison amablemente. "Oh". Suspiró Pia dramáticamente justo en ese momento, diciendo: "En realidad no me importa perder el brazalete. Lo que me preocupa eres tú". "¿Preocupada por mí?". Madison se quedó sorprendida. "Sí. Me preocupa que Cameron siga molestándote". Dijo Pia, fingiendo de nuevo. "Además de exigirte sus cosas, incluso dijo que seguiría rondándote hasta que aceptaras volver a casarte con él, ¡o hasta que le compensaras con diez millones de dólares!". "¿Cómo se atreve ese bastardo a decir eso?". Madison estaba enfurecida. "¿Qué no podía hacer a estas alturas, Madison? Me amenazó e incluso hirió a tu hermano. Por eso deberías darte prisa y casarte con el Señor Price. Solo entonces, Cameron finalmente se dará por vencido". Dijo Pia. Aprovechaba la ocasión para dar en el clavo. Archie también estaba presente hoy. "Sí, Maddy". Dijo Skyler. Si su hermana se casara con la familia Price, ¡podría presumir de ello ante todos sus amigos! "Mamá, no digas eso delante del Señor Price...". Dijo Madison con timidez. "Es que estoy preocupada por ti, cariño. No quiero que dejes escapar a un buen joven como el Señor Price". Dijo Pia seriamente, mirando a Archie en el proceso. "Muchas gracias por cuidar de Maddy todo este tiempo, Señor Price. Le pido disculpas por lo que ha tenido que ver aquí, es realmente embarazoso". "Tonterías, señora. Es ese tal Cameron que no sabía lo que le convenía". Archie respondió cortésmente. "¿Qué piensa de Maddy, Señor Price?". Preguntó Pia. "Creo que Madison es muy gentil y capaz". Elogió Archie. "Jeje, entonces ¿por qué no considera arreglar el matrimonio lo antes posible, Señor Price? Así Cameron podrá rendirse antes y dejar de molestar a Madison". Sugirió Pia con una sonrisa. Archie resopló internamente. ¿Cómo podía no darse cuenta de las intenciones de Pia? La anciana solo intentaba utilizar a su familia para alimentar una vida de poder y riqueza para sí misma. Pero a Archie le atraían la sensualidad y el potencial de Madison. Debía de tener algo de fuerza si había sido capaz de convertir su empresa en el éxito multimillonario que es hoy en apenas cinco años, por no hablar de figurar en la lista de los diez empresarios más destacados de Yrando. Lo que era más importante era el hecho de que su empresa estuviera asociada con muchas de las principales compañías de la capital. Ése era el objetivo de Archie: aprovechar la ventaja de Madison y ampliar el poder de su familia. Una vez casados, Archie podría combinar de forma natural los negocios de su familia con los de Madison. Luego, podrían asociarse lentamente con las empresas de la capital. Madison no sería más que una muñeca de trapo usada de la que deshacerse cuando Archie quisiera. De todos modos, ya se habría hartado de ella. Las ambiciones de Archie nunca se habían limitado a una ciudad pequeña como Yrando. Tampoco iba a comprometerse de verdad en un matrimonio con una divorciada. Su objetivo era casarse con una de esas herederas de las poderosas familias de Leving. Madison no era más que un trampolín para sus objetivos. Si no, ¿por qué Archie se había esforzado tanto por ella?