Capítulo 14

De repente, la expresión de la mujer se puso rígida. Al segundo siguiente, Sigrid tomó la mano de George y se fue rápidamente de ahí para no seguir perdiendo el tiempo con esas personas. George vio un carrito vacío no muy lejos, así que lo agarró. Los dos regresaron al estante donde estaban las cajas de c*ndones y él puso uno de cada estilo en el carrito. Sigrid estaba atónita y le preguntó: "¿Por qué estás tomando tantos? ¿Quieres inflar globos con helio o qué?" George hizo una pausa y dijo: "Probemos todos". "Pero... parece que hay de diferentes dimensiones. Veo que tomaste diferentes tamaños", dijo Sigrid mientras se sonrojaba. Sabía en su corazón que le sería imposible pedirle a George que no los comprara. De todos modos, ella seguía pensando que no los necesitarían. Su cuñado se preocupaba mucho por su salud y decía que el exceso de s*xo no era bueno para esta. Lo más probable, esperaba ella, era que esas cosas nunca se usarían. Entonces George notó la etiqueta en la caja, se quedó con los del tamaño más grande y guardó el resto. Sigrid se quedó sin palabras. '¡A los hombres les gusta presumir delante de las mujeres!', pensó para sí misma. Ella se sonrojó. Después de pagar, salió del supermercado con George. "Gastar 1000 en algo que no se usará. ¡Qué desperdicio!", murmuró en voz baja. "Podemos usarlos esta noche", dijo él con frialdad mientras Sigrid terminaba de hablar. Sigrid se sorprendió. No esperaba que él la escuchara hablar en voz baja. Cuando se dio cuenta de lo que él quería decir con sus palabras, se sonrojó y se quedó callada. '¿Usarlos esta noche? ¡Nada inapropiado debería pasar esta noche!', pensó para sí misma. De vuelta en la mansión, Sigrid se cambió y se puso ropa cómoda. Al ver que George estaba marcando algo en las cajas con su bolígrafo, preguntó dudosa: "¿Para qué haces eso?". "Para usarlos de manera ordenada y para evitar que olvidemos que estilo hemos usado. Me escribirás comentarios sobre tu experiencia cada vez que usemos uno". ¿¿Qué?? '¿Tenemos que usarlos todos para luego escribirte mis comentarios al respecto?', pensó ella. Sigrid se sonrojó y dijo: "¡No quiero hacer eso!" "Tienes que hacerme caso". Su tono era frío y claramente no le permitiría negarse. Sigrid se sentía tan ofendida que quiso llorar. '¿Sabes que eres malo? ¡Cómo puedes pedirle a una joven inocente como yo que escriba sobre este tipo de cosas!', lloró dentro de sí. ¡Tenía que considerar su reputación! Mientras Sigrid pensaba en lo mal que se sentía con eso, el sonido de una discusión le vino del exterior. Se escuchó el sonido de tacones altos caminar por el pasillo, entonces alguien abrió la puerta del dormitorio principal. Rebecca, de pie con su par de tacones, los miró con enojo. La cabeza le dio vueltas cuando vio lo que George sostenía en sus manos. ¡C*ndones! Sigrid no le había mentido. ¡Ellos realmente habían tenido s*xo la noche anterior! "¡Sal de aquí!" dijo George en un tono frío y aterrador. "¡No lo haré! Seamos claros los dos. ¿Por qué me haces esto?", gritó Rebecca como una loca: "Le ordenaste a alguien que publicara ese video, ¿no? ¿Qué diablos está pasando? ¡Explícamelo bien!" George dejó la caja que sostenía en las manos y le dijo: "Hablemos en el estudio". Luego salió con Rebecca sin mirar a Sigrid. Sigrid guardó silencio y se sintió incómoda. Como era de esperar, seguían siendo una pareja. Era de verse, todo lo que Rebecca tenía que hacer era enojarse, y George ahora le había llevado al estudio para hablar a solas. Ese hombre con el que había estado casada durante solo un día ni siquiera la había mirado antes de irse. Sigrid imaginó que después de esa discusión tendría que dejar ese lugar. Los fanáticos de Rebecca probablemente hablarían todo tipo de cosas desagradables sobre ella: "la amante" finalmente había sido abandonada, etc, etc.