Capítulo 514
Queenie York miró fijamente en la dirección en la que se fue Harvey. Al cabo de un rato, esbozó una sonrisa divertida. "Hermano Segundo, hagamos una suposición. ¿Crees que sus palabras iban dirigidas a mí o a ti?".
Un hombre con túnica salió. Jugaba con una pieza de ajedrez de jade apretada en la mano. Dijo con indiferencia: "Es para mí, y también para ti...".
"¿No tienes miedo?", preguntó Queenie.
"¿Por qué debería tenerlo? No debes tener miedo si quieres domar a un caballo ardiente. Los Yorks son así, y tú también". Los ojos de Quinton se tiñeron de rojo, pero rápidamente recuperó la compostura.
No estaba seguro de si Queenie lo había entendido. Ella respondió despreocupadamente: "Ya que el Gran Hermano ha venido a declarar la guerra, entonces dejaré de gastar bromas a mi cuñada".
"Lo que sea". Quinton salió de la suite.
"Pero déjame aconsejarte, no te excedas. Ni siquiera yo puedo salvarte si sigues jugando con fuego".
En cuanto terminó de hablar, Quinton se fue y desapareció
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