Capítulo 455

Félix no pudo evitar el ataque a tiempo y gritó de dolor mientras luchaba por quitarse a la mujer de encima. Sin embargo, la loca se negó a soltarlo, hundiendo sus dientes más profundamente en el brazo de Félix. El dolor hizo que Félix perdiera la compostura y lanzó un puñetazo a la nariz de la mujer en un arrebato de indignación. Se oyó un chasquido nauseabundo cuando la nariz de la loca empezó a sangrar, pero aun así se negó a soltarle. Félix aulló fuertemente por el dolor, y los otros hombres finalmente salieron de su estupor para apartar a la loca y atacarla. Wilbur se adelantó de inmediato. Arrojó a los hombres que sujetaban a la loca a un lado, luego la agarró y retrocedió unos pasos. Félix gritó de dolor, con un aspecto absolutamente lamentable. Resultó que la loca le había arrancado de un mordisco un trozo entero del brazo. Félix, enfurecido y dolorido, se agarraba el brazo. Al otro lado, sin embargo, la loca lo miraba con desprecio mientras empezaba a mastica