Capítulo 68

—¡Tonterías! —Nuria tomó su mano, sus dedos acariciaron su mejilla suavemente y dijo:— Pero nuestra Raqui es la niña más linda y obediente del mundo, y si alguna vez decide casarse, será con un hombre de bien. No te preocupes, no permitiré que sufras las desgracias que yo he enfrentado. Me aseguraré de encontrar para ti un hombre excepcionalmente bueno. No dejaré que nuestra Raqui padezca. Raquel mordió su labio, en silencio. Mi hermana piensa que lo que dijo fue en un momento de enojo, pero en realidad lo dijo en serio. Parece que la sociedad ha impuesto un estereotipo sobre las mujeres: casarse, tener hijos, cuidar de la familia, mientras que el hombre es el pilar del hogar. Y, aunque ellos cometan errores, se les permite errar. Casarse no parece significar poseer un matrimonio, sino más bien estar atada por un grillete invisible impuesto a las mujeres. Con este grillete, incluso el divorcio requiere de un coraje inmenso. Y ahora, Nuria parece estar atrapada en este grillete. Raquel