Capítulo 66
Bruno salió del estacionamiento subterráneo en su coche y, desde lejos, vio a Raquel esperando en la parada del autobús. Recordando su rechazo, una ola de emociones indescriptibles inundó su corazón.
En ese momento, recibió una llamada de Paula, quien le preguntó:—Presidente Bruno, ¿volverás a casa a cenar hoy?
—No, tengo un compromiso. Coman temprano.
—Está bien entonces—dijo Paula, con un tono algo desilusionado. —¿Quieres que te prepare algo para más tarde?
—No es necesario, no tengo ese hábito y tú también debes estar cansada después de todo un día. Descansa temprano.
—Está bien.
Tras colgar, Bruno se quedó sentado en el coche durante un largo tiempo. Solo cuando vio que Raquel subía al autobús, golpeó ligeramente el volante con los dedos, dos veces, y luego abrió la agenda de su teléfono para marcar el número de Mario.
—¿Dónde estás?
—En Luna Taberna —se oyó el ruido de fondo a través del teléfono de Mario—. ¿Cómo? ¿Vas a venir?
—En seguida.Después de decir esto, Bruno colgó y c
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