Capítulo 187

En ese momento, realmente no podía beber más, así que dijo:—¿Puedo dejarlo para más tarde? Lo beberé después, ¿de acuerdo? Rafael frunció el ceño,—Si se enfría, no podrás beberlo. Cariño, ¿no quieres lo mejor para nuestro bebé? Clara dudó por un momento, pero al final no quiso decepcionar a Rafael. —Está bien.—Tomó la taza con ambas manos y, con el ceño fruncido, se bebió toda la leche caliente de un trago. Rafael tomó la taza vacía y, tras echar un vistazo, levantó las cejas,—¿Ves? Así está mejor. Al verlo sonreír, Clara aprovechó para pedirle algo,—Rafael, hoy hace tan buen día, ¿podemos salir a dar un paseo? Dijiste la última vez que me llevarías al parque, he estado esperando mucho tiempo. —La próxima vez,—dijo Rafael,—Hoy le prometí a mi padre que iría a la empresa con él. Clara, decepcionada, frunció los labios,—Está bien, pero vuelve temprano esta noche. —Sí.—Rafael extendió la mano y le acarició el cabello,—Haz una siesta esta tarde si no tienes nada que hacer. El doctor dijo q