Capítulo 157

Al llegar a Residencial Vista Verde, Nuria ya se encontraba dormida en el asiento trasero. El conductor apagó el motor, bajó la ventana y encendió un cigarrillo, disfrutando de su aroma lentamente. No obstante, su mirada permanecía fija en el rostro de Nuria a través del espejo retrovisor, con los ojos profundos, perdidos en pensamientos desconocidos. De repente, un sonido urgente de teléfono rompió el silencio. El hombre sacó su móvil y lo puso rápidamente en modo silencio; aun así, el sonido despertó a Nuria. —¿Ya hemos llegado? —preguntó Nuria mientras se frotaba los ojos, sin percibir nada inusual. Tomó su bolso y bajó del coche—. Gracias, señor. El hombre, apoyado en la ventana del coche, observó cómo Nuria entraba en el oscuro pasillo del edificio. Luego, tomó una profunda inhalación de su cigarrillo y aplastó la colilla, abrió la puerta del coche y descendió. Justo cuando Nuria llegó a la puerta de su casa, su móvil sonó: —Su pedido ha excedido el tiempo límite, ha sido cancelad