Capítulo 115
Sin embargo, ella ya no podía preocuparse por más; solo deseaba tener relaciones con Bruno, aunque eso implicara rodar en un charco de lodo.
Tras tomar las fotos, Paula permaneció sentada un rato más y luego se levantó para marcharse.
No fue a casa, sino que se dirigió directamente al supermercado para comprar todos los productos de cuidado personal que Raquel había apuntado en la lista.
—
Grupo Guzmán.
Cuando Raquel llegó a la empresa, Julia la arrastró hasta la zona de descanso de los empleados.
¡Zas!
Julia escribió algo en un cheque, lo desgarró del talonario y se lo entregó a Raquel: —Toma, para ti.
Raquel miró hacia abajo y vio que la suma era de 10,000 dólares.
—Señorita Julia, esto...
Julia, impaciente, presionó el cheque en su mano: —10,000 dólares, a cambio de que me cambies el escritorio de oficina.
Raquel: “......”
¿Es eso posible?
Sin preocuparse por la respuesta de Raquel, Julia se alejó de la zona de descanso.
Raquel la observó entrar en la oficina del presidente y, tras
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