Recuerda la relación que tenemos

La condición de la abuela ya era estable, dos días después despertó y fue trasladada del área de cuidados intensivos al de atención general. La abuela tenía todo tipo de tubos conectados a su cuerpo, lo cual le dificultaba hablar; Savannah le tomó la mano y lloró desconsoladamente, luego le susurró: "Abuela, ya estás bien. Has sido muy fuerte, gracias por no dejarme sola". La abuela, que yacía en la cama, escuchó las palabras de su nieta y sus ojos se llenaron de lágrimas lentamente; como le resultaba tan incómodo hablar, la enfermera de la sala fue muy considerada, le entregó una pizarra y le dijo que podía escribir en ella. La abuela sostuvo un bolígrafo y escribió con mano temblorosa: "Dinero, escuela, prácticas"; estas pocas palabras expresaron claramente sus preocupaciones. Savannah se secó las lágrimas y forzó una sonrisa para consolarla: "Abuela, no te preocupes por esto, le pedí dinero prestado a mi jefe, y también me dio unos días libres. Volveré a trabajar cuando te sientas m