Capítulo 82
Tan pronto como se estableció la llamada, se oyó una ráfaga de insultos.
—¿Así que tú eres Inés, verdad?
—¡Tú, insolente, conduciendo un Porsche y pretendiendo ser alguien! Te lo digo, sin la familia Fernández no eres nada.
—Careces totalmente de educación, ¡no puedo imaginarme cómo te criaron tus padres!
—Tu familia entera no tiene valor, mejor váyanse de Carora y déjennos en paz.
Desde la primera palabra del hombre, Inés rápidamente activó el botón de grabación y, tras finalizar él, preguntó con serenidad:
—¿Cómo obtuviste mi número de teléfono?
Al escuchar esto, el hombre al otro lado del teléfono soltó una carcajada despectiva y dijo con suficiencia: —Tu número se ha compartido en el chat grupal, ¿y me preguntas cómo lo sé? Qué cómico.
—Espérate, pronto te llamará mucha gente, si tienes el valor de enfrentarlo, no cambies tu número.
Inés frunció el ceño al escuchar la amenaza abierta del hombre e intercambió una mirada con Candela, luego replicó:
—Está bien, esperaré.
Tras esto, el
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