Zayne miró a Cole con desprecio. “A partir de ahora, mi hermana te dominará todos los días. ¿Serás capaz de soportarlo?”.
Angeline agitó su puño hacia Zayne. “Zayne, ¿qué tonterías estás diciendo?”.
Cole pensó en la escena de Angeline dominandolo y sus orejas comenzaron a sentirse calientes.
Zayne gritó enojado: “¿Por qué me golpeas? Te estoy ayudando con tu vida amorosa. Maldita sea. ¿Por qué no puedes diferenciar lo bueno de lo malo? ¿No has recogido suficientes manzanas podridas desde que eras joven hasta ahora? ¿Cuál no fue ahuyentado sin mi ayuda?”.
Angeline se enfadó aún más. “No es de extrañar que nunca haya recibido una carta de amor desde que era niña. Ni siquiera he recibido una rosa el día de San Valentín. Resulta que tú causaste esa mi*rda”.
Tal vez fue porque no tuvo ninguna otra relación con otros hombres desde su infancia que ella apreciaba mucho más su relación con Jay. Ella lo miró como si fuera un dios y se volvió adicta a amarlo.
Como Jay la había botado, sentí