Hubo un fuerte estruendo de sonidos.
Las botellas y vasos en la mesa de vidrio frente a ellos se rompieron al instante en pedazos. Los fragmentos de vidrio volaron por todas partes e incluso llegaron a la cara del rico. Gotas de sangre se deslizaron por la herida de su mejilla.
La sala privada estaba en un silencio mortal y un frío penetrante.
El rico estaba tan asustado por esta situación que su rostro se puso pálido. ¡No se atrevía a pronunciar una palabra más porque ya sabía que había dicho algo incorrecto y había enfurecido a Eric Ferguson!
Los ojos de Eric estaban enrojecidos. Su cuerpo desprendía una frialdad aterradora mientras se levantaba y miraba despiadadamente al rico desde una posición condescendiente.
"¡¿Quién diablos eres tú para mencionar su nombre?!".
La voz de Eric era fría y opresiva.
Él dio un paso adelante y pateó al rico en el cuerpo sin decir una palabra más. El rico se acurrucó de dolor y no se movió, pero un sudor frío le corría por la frente.
La gente