Nicole le dirigió una breve mirada al director del proyecto. Su tono era extremadamente frío.
“Estoy segura de que tu predecesor debió haberte dejado muy claro que este socio es diferente a los demás. No debes mencionar la equidad. Los precios que hacemos públicos son secretos del sector. Si te atreves a revelarlos, ¡me aseguraré de que no puedas continuar en esta industria y que pases un tiempo en la cárcel!”.
Su mirada era tan feroz que el director del proyecto se estremeció un poco. Rápidamente desvió la mirada.
Ya no podía decir nada más.
Nicole los miró con un aura fría. “Vuelvan a sus escritorios y esperen el veredicto de la compañía. Permítanme recordarles que aún pueden enmendar sus errores antes de que salgan los resultados”.
Los cuatro hombres estaban sentados allí. Sus cuerpos se pusieron rígidos y ninguno se atrevió a compartir miradas.
Salieron de la oficina con rostros sombríos.
Nicole tomó un sorbo de café y vio a Kai llamar a la puerta y entrar.
“¿Por qué estás