Capítulo 1448 Regáñame si quieres
Como resultado, después de unos segundos, la Señora Quimbey se limitó a mirar a su hija en silencio con la cara sombría, sin emitir ningún sonido.
Yvette no podía soportar el silencio y dijo: “¡Adelante, regáñame si quieres! ¡Estoy preparada para ello!”.
Se sentía incómoda si su madre no la regañaba.
La Señora Quimbey miró fijamente a su hija malcriada y caprichosa. Yvette se había metido en todo tipo de problemas, pero por mucho que fuera disciplinada, no podía aprender a controlar su temperamento.
“Recuerdo que hace tres meses dijiste esas atrevidas palabras aquí en esta oficina, diciéndome que debías estar con ese hombre incluso si nunca te casaras ni consiguieras un título…”.
El tono de la Señora Quimbey era hosco y frío. Veía cómo la expresión de Yvette se ponía rígida y se derrumbaba un poco.
Se sentía un poco desconsolada.
Después de todo, Yvette era su hija.
“Mamá, ¿puedes no mencionar esto?”.
Yvette miró a su madre. Su rostro se mantuvo inexpresivo al hablar, pero sus
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