La sala de estar pareció quedarse en silencio por un momento.
Clayton reaccionó y se mantuvo serio por un momento antes de sonreírle a Yvette.
“Señorita Quimbey, estás pensando demasiado. No quiero que mi amada me vea luciendo tan demacrado. ¡Eso solo reducirá mi encanto!”.
Nicole se rio y le dirigió una mirada a Yvette.
“Yvette, no lo asustes. El Pequeño Michael aprenderá todo lo malo…”.
Yvette resopló y no quería darle más vueltas al asunto. Se dio la vuelta para ir a la cocina.
El Pequeño Michael se acercó y separó las manos de Clayton y Nicole. Levantó el brazo que tenía enyesado y miró a Clayton con cara seria.
“Papi, cuando la Señorita Bonita fue a recogerme al hospital hoy…”.
El Pequeño Michael charló continuamente mientras Clayton esperaba pacientemente a que terminara sin interrumpirlo.
Nicole fue a la cocina a preparar algo de fruta y ayudar a Yvette. Se sentía avergonzada por dejar que ella cocinara para varias personas.
Yvette miró hacia la sala y se inclinó hacia