Capítulo 57
—¡Lo logré! Pero ahora dime, ¿por qué? ¿Por qué tienes que destruir lo que me queda de felicidad otra vez? ¿Sabes lo difícil que fue convertirme en emperatriz? ¿Sabes lo que tuve que sufrir? Ahora soy la persona más poderosa, nadie puede menospreciarme. ¿Por qué no me dejas disfrutarlo un poco más?
Myra estaba llorando y rugiendo, las lágrimas corrían por su rostro; sin embargo, Ava no dijo nada. Se limitó a mirar a su hermana, a quien solía adorar más que a nadie en el mundo, y de repente sonrió.
—¿Dijiste que nadie te quiere? Cuando eras niña y robaste el abanico de jade de tu padre, ¿quién asumió la culpa por ti? Cuando tenías diez, te caíste a la piscina y casi te ahogas, ¿quién arriesgó su vida para salvarte? Y a tus quince años, nos trajeron aquí juntas...
De pronto, la voz de Ava se escuchó ahogada, como si un recuerdo insoportable hubiera aparecido en su mente. En ese instante, sus ojos, fríos y hermosos, se enrojecieron. Podía verse decepción y odio en ellos.
—En el camino a e

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