Capítulo 156

“Ese es un excelente punto”. Winnie miró a su nieto. “Asegúrate de hacer eso, Ivor. La osteoartritis no es broma. Cada vez que me empiezan a doler, tengo ganas de cortarme los pies”. “Déjamelo a mí, abuela. Le pediré a Floyd que lo haga ahora”, respondió. Poco después, Bonnie recibió una llamada telefónica del extranjero. “¿Hola? ¿Qué puedo hacer por ti, William?”. Luego, escuchó su voz fuera de la puerta y miró hacia ella. De repente, alguien abrió la puerta y entró un hombre deslumbrante de cabello rubio y ojos azules. Incluso hubo música con su entrada, sin mencionar los arreglos de fiesta. “¿No estás sorprendida y encantada de verme, Bonnie?”. Ella estaba a punto de decir algo, pero él se llevó un dedo a los labios y dijo: “¡Shi!”. Luego, le guiñó un ojo coquetamente. “Lo sé, lo sé. Me extrañas muchísimo y te conmueve que esté aquí. Bueno, ¡es justo que te dé un beso grande y descuidado!”. Él extendió los brazos, los frunció y se acercó a ella. “¡Jim!”, gritó Bonnie. Jim s