Capítulo 140

Bonnie nunca había sufrido tal humillación, así que decidió que se iba a vengar. Una vez dentro de la habitación, Ivor la bajó de mala gana. Quería llevar a Bonnie a la cama pero temía hacerla enojar. “Descansa un poco. Dile al mayordomo si necesitas algo”. Ivor pareció vacilar cuando se fue. Luego, se detuvo y añadió: “El mayordomo es un hombre, así que, puede que te resulte inconveniente. En su lugar, les diré a las amas de llaves que se ocupen de ti”. “No tengas tanta prisa en irte”, sonrió Bonnie mientras se acercaba a Ivor y dibujaba círculos en su pecho. “Todavía no te he agradecido por ayudarme”. Ivor se sonrojó mientras veía su dedo rodear su pecho. Tragó saliva y deseó tomarla en ese momento. De repente, Bonnie lo empujó y se giró diciendo: “Estoy cansada. Ya puedes irte”. Ivor se quedó sin palabras e insatisfecho. Luego, vio a Bonnie sonriendo con picardía y reveló una sonrisa impotente. Sabía que no podía hacer nada al respecto. Aun así, Ivor quiso seguir malcriando a Bo