Capítulo 96

—Oigan gente, si continúan con estas locuras, pronto perderán a la esposa de su hijo. Tomás se giró para mirar a Lorena, su rostro aún reflejaba enojo: —¿Qué sabes tú? Lorena lo provocaba intencionalmente, y Tomás era consciente de ello. Solo que el matrimonio de Felipe con una mujer de un origen tan distinto solo serviría para ampliar las diferencias en sus puntos de vista, complicando aún más su convivencia. Lorena apartó la mirada, desinteresada en continuar observándolo, y murmuró en voz baja: —Conservador. Ninguna persona en la habitación se atrevió a contestar. Sin embargo, todos compartían una duda, ¡Amelia! ¿Cómo era posible que supiera tanto de medicina? Y además... Habían consultado a tantos médicos sin hallar una solución, pero Amelia lo había logrado a la primera... ¿quién era realmente? ... Rafael no quería demorar más y preguntó directamente: —Jefe Hugo, ¿cuándo planeas que mi hijo se encuentre con tu hija? Estaba claramente insatisfecho con la actitud evasiva de Hugo. Xi